Recuerden que uno de los temas que atraviesa mucho de la obra de Borges es la relación (en general, de paradoja irresuelta) entre lo uno y lo múltiple, lo original y lo falsificado, lo idéntico y lo distinto, etc.
Poemas de Alvaro Yunque
Poemas de Oliverio Girondo
Miren este texto de Oliverio Girondo, uno de los poetas con los que trabajaremos en los próximos días:
Yo no tengo una personalidad; yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades.
En mí, la personalidad es una especie de furunculosis anímica en estado crónico de erupción; no pasa media hora sin que me nazca una nueva personalidad.
Desde que estoy conmigo mismo, es tal la aglomeración de las que me rodean, que mi casa parece el consultorio de una quiromántica de moda. Hay personalidades en todas partes: en el vestíbulo, en el corredor, en la cocina, hasta en el W. C.
¡Imposible lograr un momento de tregua, de descanso!
¡Imposible saber cuál es la verdadera!
Aunque me veo forzado a convivir en la promiscuidad más absoluta con todas ellas, no me convenzo de que me pertenezcan.
¿Qué clase de contacto pueden tener conmigo —me pregunto— todas estas personalidades inconfesables, que harían ruborizar a un carnicero? ¿Habré de permitir que se me identifique, por ejemplo, con este pederasta marchito que no tuvo ni el coraje de realizarse, o con este cretinoide cuya sonrisa es capaz de congelar una locomotora?
El hecho de que se hospeden en mi cuerpo es suficiente, sin embargo, para enfermarse de indignación. Ya que no puedo ignorar su existencia, quisiera obligarlas a que se oculten en los repliegues más profundos de mi cerebro. Pero son de una petulancia... de un egoísmo... de una falta de tacto...
Hasta las personalidades más insignificantes se dan unos aires de trasatlántico. Todas, sin ninguna clase de excepción, se consideran con derecho a manifestar un desprecio olímpico por las otras, y naturalmente, hay peleas, conflictos de toda especie, discusiones que no terminan nunca. En vez de contemporizar, ya que tienen que vivir juntas, ¡pues no señor!, cada una pretende imponer su voluntad, sin tomar en cuenta las opiniones y los gustos de las demás. Si alguna tiene una ocurrencia, que me hace reír a carcajadas, en el acto sale cualquier otra, proponiéndome un paseíto al cementerio. Ni bien aquélla desea que me acueste con todas las mujeres de la ciudad, ésta se empeña en demostrarme las ventajas de la abstinencia, y mientras una abusa de la noche y no me deja dormir hasta la madrugada, la otra me despierta con el amanecer y exige que me levante junto con las gallinas.
Mi vida resulta así una preñez de posibilidades que no se realizan nunca, una explosión de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen mutuamente. El hecho de tomar la menor determinación me cuesta un tal cúmulo de dificultades, antes de cometer el acto más insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y esperar que se extenúen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfacción de mandarlas a todas juntas a la mierda.
1 comentario:
En el poema “un patio” de Jorge Luís Borges analizaremos la posición del patio como una unión entre la naturaleza y lo urbano.
Los primeros dos versos presentan una personificación de los colores del que proceden a mutar al mismo tiempo que la tarde se transforma en noche. Podemos entonces interpretar que el patio cambia junto a la tarde. Esto conlleva a pensar que el patio muta junto a la naturaleza.
En los versos 3,4 y 5 observamos, gracias a la no aparición de la luna en un rol central demostrado por la metáfora del claro circulo que define a la luna como una luz tenue, que hay un aumento de la oscuridad y que le patio toma el rol central del poema. En los versos 6 y 7, la dominación del patio termina de instaurarse, “el es el declive”, este verso marca también cómo el patio permite conectar a la naturaleza con la casa.
Los versos 8 y y9 terminan de establecer la superioridad del patio por sobre la noche, “la encrucijada de estrellas” muestra que la noche no representa un elemento tan importante para el poeta, al menos.
Los dos últimos versos muestran que vivir en el patio es como vivir gratamente en la oscuridad, lo que demuestra que le patio es el reflejo de la noche.
Podemos entonces concluir que el patio se fusiona con la noche, permitiendo una unión entre la noche y la casa.
previgliano/pugni
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