6.3.12

LA LITERATURA DE IDEAS - 4- Análisis de "Lecturas escolares", de Beatriz Sarlo




















(imagen de una función de esta época de la obra mencionada en el artículo)

Análisis de "Lecturas escolares" - Acá tienen una guía para consultar cuestiones relacionadas con el análisis de textos argumentativos.

El texto es una columna de opinión en la revista dominical Viva, del diario Clarín, escrito por la docente y ensayista Beatriz Sarlo.
Analizaremos qué sentido se le otorga a la educación en este texto.
En primer lugar, el texto se abre con una anécdota personal, que luego dará pie a una reflexión sobre un tema general: ¿con qué sentido se eligen / deben elegirse las lecturas que se trabajan en la escuela?
En el segundo párrafo, aparecen una serie de negaciones que contradicen enfáticamente ciertos lugares comunes respecto de que lo que se ve en la escuela tiene que ser "del interés de los chicos". Hay una enumeración de estos intereses: "los teleteatros que miran, la música que escuchan, los videos que juegan", etc. A través de una metonimia ("eliminado por el oportuno control remoto"), la autora señala cómo, en función del interés de los chicos, este texto precisamente, jamás habría sido considerado. En el final del párrafo, aparece una valoración explícitamente negativa respecto de la actitud de ofrecer algo que se conecte "sin esfuerzo" con el mundo de los chicos: es lo que sucede cuando la escuela decide ser "obsecuente y oportunista", términos claramente peyorativos.
El tercer párrafo comienza con un conector que refuerza la oposición entre las dos posturas que se van perfilando: "por el contrario", y a continuación, aparece lo que podría considerarse la tesis del artículo: "la escuela no debe ser sólo una prolongación de la vida cotidiana (...) sino un lugar donde la vida cotidiana se interrumpe para que puedan entrar otra cultura, otros saberes y otras actitudes". Es decir que, lejos de buscar en la obra de Eichelbaum lo que pudiera hacerla en principio y sin esfuerzo atractiva para los alumnos, la autora refuerza la postura contraria: la obra se eligió "a contrapelo" del gusto espontáneo de los alumnos, precisamente porque la escuela debería ser "lo otro del mundo de la necesidad y de la carencia": la autora sostiene, como un argumento de su tesis, que si la escuela se limita a ofrecerles a los alumnos lo que, sin esfuerzo alguno, les agrade y se conecte con su mundo, los está empobreciendo; este empobrecimiento es grave cualquiera sea la clase social de donde provenga el alumno porque, en cualquier caso, se lo deja con lo que ya trae, se le da más de lo mismo, se refuerza lo que ya recibe por los omnipresentes medios de comunicación, cuyos intereses son otros que los de la escuela. El campo semántico de lo otro, de lo ajeno, no aparece aquí como algo que la escuela debería evitar, sino al contrario, algo cuya apropiación debería favorecer, en orden a cumplir con su función y no ser obsecuente y oportunista respecto de las modas pedagógicas que trasladan a la educación los criterios que son válidos para el mundo del entretenimiento. En este mismo párrafo, la autora utiliza dos metáforas para referirse a lo que la escuela no debe ser: en una ("el campamento de una tribu infantil"), se desecha el componente predominante de diversión, de entretenimiento, que se espera razonablemente de un campamento; en otra ("una especie de reserva indígena") se desecha el aspecto de aislamiento, de falta de influencia de otras culturas sobre la propia, que caracteriza a una "reserva". También podemos notar, en ambas, el campo semántico de "tribu", con sus connotaciones opuestas a la civilización . En otras palabras, si se confunde "respeto" con "no intervención", se está privando a los alumnos de lo "otro" que necesitan para integrarse plenamente a la sociedad, para no permanecer en el mismo mundo mental durante todos los años que están en la escuela, para no empobrecerse y limitar sus posibles gustos a lo que conocen desde siempre.
En relación con esto, el cuarto párrafo enfatiza las razones que justifican la elección de obras de este tipo: más allá de que se trate de esta o de aquella, podemos generalizar esas razones diciendo que se trata de obras que abren los horizontes mentales a otras realidades no inmediatas, que permiten establecer comparaciones entre lo anterior y lo actual, que permiten el acceso a un mundo que, precisamente, por no ser el cotidiano, resulta más enriquecedor y necesario, sobre todo cuando no es el que se ofrece en los medios de comunicación. La autora establece una comparación: la escuela funciona como una máquina que no replica la realidad sino que construye una experiencia diferente de las que se tienen en el mundo audiovisual en el shopping o en la pobreza. El párrafo se cierra con una personificación de la escuela que "dice", -también metonímicamente porque aquí "escuela" está por "el mundo adulto responsable"- dos verdades relevantes para la tesis de la autora: una, que el programa de lecturas de un colegio no es un concurso de popularidad de lecturas infanto juveniles -hay otros espacios para ello- y otra, que no son los alumnos los responsables de seleccionarlas, ése es el rol de determinados adultos: los docentes; la función de la escuela es transformar a los alumnos, en el sentido ya expresado de abrirlos a nuevos saberes, nuevas experiencias, a los que no accederían espontáneamente. Este párrafo se cierra con un discurso directo, que representaría la voz de lo que la escuela no debe ser ("Hoy, chicos, analizamos una canción etc.")
Finalmente, el breve párrafo de conclusión es contundente: comienza con un conector que expresa fuerte afirmación, "Por supuesto" y trae a colación un tema ineludible en cualquier política educativa: el presupuesto. La autora cierra ahí su argumentación, ya que se ha dedicado a recordar algunos principios olvidados por la escuela "obsecuente y oportunista" pero no está presentando un plan preciso de reformas.
A modo de reflexión final sobre la mirada de la autora, podemos señalar lo siguiente:*
Sarlo abre una puerta para establecer un puente entre ambas realidades -la que los chicos traen espontáneamente, sus gustos, sus intereses, etc.- y la que les ofrece la escuela, cuando dice "la escuela no debe ser sólo una prolongación de la vida cotidiana". El matiz que aporta el "sólo" es significativo: un modo maniqueo de plantear la cuestión sería establecer una férrea oposición entre ambos mundos. Ese "sólo" es interesante porque, si bien no es lo que la autora está trabajando en su texto, permitiría pensar la escuela como el lugar del puente, del encuentro ,de ambas realidades: los adultos se enriquecerían con los aportes del mundo de los alumnos y éstos comprenderían que mucho de lo que creen "nuevo" tiene insospechados e interesados antecedentes, versiones y relaciones con lo "otro" que la escuela les presenta. El desafío principal en este aspecto les corresponde a los docentes, en cuanto a la apertura, el profesionalismo y la firmeza necesarios para aprovechar lo mejor de ambos “mundos”: apertura, para conocer y disponerse a aprender de lo que traigan los alumnos; profesionalismo, para conocer y estudiar ese material, de modo de poder relacionarlo con lo “otro” que la escuela debe ofrecer para no limitarse a imitar la realidad; y firmeza para sostener su rol aun cuando resulte “a contrapelo” de ciertas modas demagógicas presentarles a los alumnos algo distinto y algo más de lo que ya conocen.

*la conclusión está hecha desde la perspectiva de un adulto/docente...piensen ustedes, desde sus experiencias escolares, perspectivas, expectativas, qué dirían acerca del encuentro entre estos "dos mundos", que en el artículo aparecen como en conflicto

No hay comentarios.: