6.3.12

LA LITERATURA DE IDEAS, 1-Introducción

















A) ¿Qué es analizar un texto?

Ustedes se van a encontrar frecuentemente con la consigna "Analice..."; como es una de esas palabras que puede entenderse de modo muy distinto , queremos comentarles qué se entiende en esta materia por "analizar", para lo cual les sirve todo lo que ya hayan visto tanto en Francés como en Castellano. Después de algunas cuestiones más generales, vamos a mostrarles una forma de trabajar con un texto que puede considerarse un "análisis". No van a tener que repetir ese esquema para analizar los textos del programa, que ustedes analizarán según una propuesta sencilla y a la vez profunda, pero necesitamos tener un primer acercamiento a la cuestión de qué se considera -y qué no- analizar un texto.
El análisis es la “distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos.” En este caso, el “todo” es el texto con el que trabajamos.
Analizar un texto no es volver a decir con otras palabras lo que el texto ya dice ni limitarse a señalar obviedades, a describir lo evidente. El análisis supone encontrar y expresar lo que no está dicho, lo que no es explícito, lo que no aparece a primera vista. Supone, entonces, buscar, interpretar, algunos de sus sentidos posibles.
Analizar un texto implica conocer el vocabulario propio de la disciplina, en este caso, de la literatura y de la gramática castellanas. Es esencial repasar los recursos de estilo/las figuras retóricas.
Para el análisis propiamente dicho, esta es una secuencia de pasos que pueden seguirse (de nuevo: no les presentamos aquí un esquema que ustedes deberán seguir, sino que les ejemplificamos con un texto concreto una posibilidad, no la única, para analizarlo)
a) Leer bien el texto. Esto incluye la consulta de las palabras o expresiones desconocidas y el reconocimiento elemental del tipo de texto de que se trata (¿es un ensayo, un cuento, una novela, se presenta como “ficción”, como “no ficción”?, etc.)

b) Una vez leído, algunas preguntas pueden orientar la búsqueda de un sentido, de "algo" que se pueda analizar y estructurar luego el análisis. Para todo esto es necesario hacer un borrador, del cual se utilizarán luego algunos elementos y se descartarán otros:

-¿qué tema/asunto/cuestión polémica se trata en el texto?
-¿en cuántas partes y por qué puede dividirse el texto? Aquí señalemos que normalmente no hay una única división posible ni tampoco es válida cualquiera . Suele haber varias alternativas para distinguir las partes de un texto y habrá que ver cuál o cuáles sirven mejor al análisis que se quiere hacer.

-en un texto argumentativo suelen plantearse oposiciones, contradicciones, antítesis: ¿entre qué y qué?, ¿las contradicciones/oposiciones etc., se plantean como irreconciliables?, ¿cuál y cómo sale triunfante según el autor?, ¿o se plantea una instancia superadora que integra las oposiciones?...
Conviene expresar el tema en breves oraciones unimembres, vgr, en algunos textos argumentativos que trabajaremos: “La Universidad y sus falencias”, “Los problemas de las economías dependientes”, “El rol del Ejército en un sistema democrático republicano”. En los textos narrativos, pueden ser: “La función de los libros para el personaje principal”, “La intertextualidad con otros discursos literarios/no literarios”, “La presencia o ausencia de sentido en el Universo”, “Los conflictos entre las conveniencias sociales y los deseos individuales/ entre la razón y la pasión”, “Las características propias del movimiento/corriente literaria X presentes en el texto”…La idea de "eje de análisis", que les es conocida, debería servirles: "eje" da la idea de algo que atraviesa el texto, algo que se puede ir rastreando a lo largo del texto, de principio a fin.
-¿qué aparece valorado positiva o negativamente en el texto, siempre en relación con el tema identificado?, ¿es una valoración convencional, sobre la que hay consenso social, o el texto presenta una mirada heterodoxa (“disconforme con doctrinas o prácticas generalmente admitidas”)?.
Una vez hecho esto, concretar en una frase breve qué sentido se analizará en el texto /qué eje de análisis se seguirá. Esto se anuncia en la introducción.

c) El sentido enunciado así, de modo general, se puede ir buscando en las lexias. Las lexias son unidades de sentido, “lugares” del texto en los que se manifiesta el sentido con el que estamos trabajando, la idea que estamos rastreando a lo largo del textgo. No se trata de encontrar “el” sentido que estaría oculto, sino “un” o “unos” de los sentidos posibles que nosotros, lectores, podemos encontrar. Estas unidades/lexias pueden consistir en una palabra, en una oración, en un prefijo o en un sufijo, etc. El análisis del texto consiste en ir identificando cómo está construido el sentido del texto con el que estemos trabajando, a través de qué recursos del lenguaje, cómo se va articulando ese sentido a lo largo de todo el texto, etc.
Una vez que se estableció el sentido que intentará buscarse en el texto, se construye el análisis propiamente dicho, que constará, básicamente, de introducción –en la que se presenta qué se analizará precisamente-, desarrollo –en el que se irán analizando las lexias que permiten profundizar el sentido elegido para trabajar- y conclusión –en la que se retoma sencillamente la introducción y se hace alguna conclusión, se abre el análisis a nuevas preguntas que pueden hacerse, a otras posibles relaciones con diversos textos, a preguntas/ambigüedades que el análisis no permite resolver, etc.

B) Un ejemplo de análisis (los subrayados son nuestros, en función del análisis que proponemos;)


Instrucciones para abrir el paquete de jabón Sunlight

(Trabajo realizado por Manuel Mandeb por encargo de la agencia de publicidad Vivencia.)

1) Busque la flecha indicadora.
2) Presione con el dedo pulgar hasta que el cartón del envase ceda.
3) Disimule. Soy un joven escritor que no tiene otra ocasión que ésta de conectarse con las muchedumbres. Usted finja que sigue abriendo este estúpido paquete y yo le diré algunas verdades.
4) Los vendedores de elixir nos convidan todos los días a olvidar las penas y mantener jubiloso el ánimo. El Pensamiento Oficial del Mundo ha decidido que una persona alegre es preferible a una triste.
5) La medicina aconseja cosmovisiones optimistas por creerlas más saludables. Al parecer, la verdad perjudica la función hepática.
6) Viene gente. Siga la línea de puntos en la dirección indicada por la flecha.
7) Escuche bien porque tenemos poco tiempo: la tristeza es la única actitud posible que los compradores de este jabón pueden adoptar ante un universo que no se les acomoda. Toda alegría no es más que un olvido momentáneo de la tragedia esencial de la vida. Puede uno reírse del cuento de los supositorios, pero éste es apenas un descanso en el camino. Uno juega, retoza y refiere historias picarescas, solamente para no recordar que ha de morirse. Ese es el sentido original de la palabra "diversión": apartar, desviar, llamar la atención hacia una cosa que no es la principal.
8) Conversar acerca de estos asuntos es considerado de la peor educación. Los comerciantes se escandalizan, las personas optimistas huyen despavoridas, los maximalistas declaran que la angustia ante la muerte es un entretenimiento burgués y los escritores comprometidos gritan que la preocupación metafísica es literatura de evasión. Al respecto, mientras le recomiendo que no deje el paquete de jabón al alcance de los niños, le juro que todo lo que se escribe es de evasión, menos la metafísica: las noticias políticas, los libros de sociología, los horarios del ferrocarril, los estudios sobre las reservas de petróleo, no hacen más que apartarnos del tema central, que es la muerte.
9) Calcule 100 gr de jabón por cada kilo de ropa sucia.
10) Cuanto más inteligente, profunda y sensible es una persona, más probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza. Por eso, las exhortaciones a la alegría suelen proponer la interrupción del pensamiento: "es mejor no pensar..." Casi todos los aparatos y artificios que el hombre ha inventado para producir alegría suspenden toda reflexión: la pirotecnia, la música bailable, las cantinas de la Boca, el metegol, los concursos de la televisión, las kermeses.
11) Separe la ropa blanca de la ropa de color. Y entienda que la tristeza tiene más fuerza que la alegría: un hombre recibe dos noticias, una buena y una mala. Supongamos que ha acertado en la quiniela y que ha muerto su hermana. Si el hombre no es un canalla, prevalecerá la tristeza. El premio no lo consolará de la desgracia. Byron decía que el recuerdo de una dicha pasada es triste, mientras que el recuerdo de un pesar sigue siendo pesaroso.
12) No mezcle este jabón con otros productos y no haga caso de los sofistas risueños. Tarde o temprano alguien le dirá: "Si un problema tiene solución, no vale la pena preocuparse. Y si no la tiene, ¿qué se gana con la preocupación?". Confunde esta gente las arduas cuestiones de la vida con las palabras cruzadas. La soledad, la angustia, el desencuentro y la injusticia no son problemas sino tragedias, y no es que uno se preocupe sino que se desespera.
Lloraba Solón la muerte de su hijo. Un amigo se acerca y le dice:
-¿Por qué lloras, si sabes que es inútil?
—Por eso —contestó Solón— porque sé que es inútil.
13) No está tan mal ser triste, señora. El que se entristece se humilla, se rebaja, abandona el orgullo. Quien está triste se ensimisma, piensa. La tristeza es hija y madre de la meditación. Participe del concurso "Vacaciones Sunlight" enviando este cupón por correo.
14) Ahora que se fue el jabonero, aprovecharé para confesarle que suelo elegir a mis amigos entre la gente triste. Y no vaya a creer el ama de casa Sunlight que nuestras reuniones consisten en charlas lacrimógenas. Nada de eso: concurrimos a bailongos atorrantes, amanecemos en lugares desconocidos, cantamos canciones puercas, nos enamoramos de mujeres desvergonzadas que revolean el escote y hacemos sonar los timbres de las casas para luego darnos a la fuga. Los muchachos tristes nos reímos mucho, le aseguro. Pero eso sí: a veces, mientras corremos entre carcajadas, perseguidos por las víctimas de nuestras ingeniosas bromas, necesitamos ver un gesto sombrío y fraternal en el amigo que marcha a nuestro lado. Es el gesto noble que lo salva a uno para siempre. Es el gesto que significa "atención, muchachos, que no me he olvidado de nada".
NOTA: Las instrucciones para abrir el paquete de jabón Sunlight fueron rechazadas.

Alejandro Dolina- El libro del fantasma-Ed. Colihue

Entonces:

- un sentido, una idea, un tema que se puede rastrear en el texto puede pensarse así “¿Cómo aparece valorada la tristeza en el texto?”, o “Una mirada especial sobre la tristeza” u otras formulaciones similares. Cuál es esa valoración, cómo es esa mirada, es la pregunta que se intentará responder a lo largo del análisis. Por eso, no conviene iniciar el análisis revelando cuál y cómo es esa mirada, sino que ésa sea la conclusión.
Un posible análisis, luego de considerar todo lo que se describió en los puntos 1 a 4; lo resaltado tiene que ver con la estructura formal del análisis (no les vamos a pedir ninguna en particular, salvo la lógica de introducción /desarrollo /conclusión) y con las expresiones que son, precisamente, análisis, esto es: no una repetición de lo ya dicho en el texto, sino una respuesta a la pregunta "¿Qué hace el emisor con tales palabras /tales recursos retóricos /etc.?

El objetivo del siguiente análisis del texto es identificar qué valoración se hace en él de la tristeza, qué mirada se presenta sobre este sentimiento que convencionalmente se considera negativo. Dividiremos el texto en tres partes para proceder a su análisis:

La primera abarca las dos primeras líneas y en ellas, el texto se presenta como un instructivo para abrir un paquete de jabón en polvo, es decir, un género discursivo ligado a la esfera doméstica, trivial. Esto se nota desde el título, “Instrucciones…” y en el uso de los dos primeros verbos en Imperativo: “busque”, “presione”.

La segunda parte comienza en la tercera línea, donde se sorprende al lector porque se rompe la isotopía del género publicitario con un verbo que, si bien mantiene el imperativo, no es el que se espera en estos textos: “Disimule”. Esto implica que a continuación sucederá algo que no debe ser visto/oído por otros y se establece una complicidad con el lector, complicidad que implica por momentos el sobresalto frente a la posibilidad de ser descubierto: “disimule, viene gente”. El texto adquiere un tono urgente: “tenemos poco tiempo” y esa primera persona del plural refuerza la alianza que se busca con el lector.Otra ruptura de la isotopía se manifiesta con la aparición de la primera persona, inesperada en el género instrucciones. El emisor del texto es un joven escritor que anuncia una suerte de contrabando de ideas heterodoxas a través del fingimiento de cumplir con un encargo relativamente banal como es la redacción de un instructivo para abrir un “estúpido” paquete.
A partir de allí, se establece una división entre dos tipos de personas: por un lado, quienes responden al “Pensamiento Oficial del Mundo”, y a su convicción de que “una persona alegre es preferible a una persona triste” (“vendedores de elixir”, “comerciantes”, “maximalistas”, “escritores comprometidos”) y quienes afirman que “la tristeza es la única actitud posible ante un universo que no se les acomoda”, entre los que se encuentran –en inferioridad de condiciones, en minoría- el joven escritor y –quizás- el lector. En relación con esto, frente a la acusación de que las cuestiones metafísicas producirían una “literatura de evasión”, el joven escritor afirma lo contrario: casi todo lo que se escribe y lo que se hace no es más que “diversión”, entendida negativamente como un apartarse del problema central de la vida, que es la muerte.
El texto continúa intercalando y a veces uniendo en la misma oración, las instrucciones para usar el jabón junto con aquellas para no ser engañado por el Pensamiento Oficial del Mundo sobre la tristeza: “No mezcle este jabón (…) y no haga caso de los sofistas risueños”. Inteligencia, profundidad, sensibilidad, aparecen como características que, vividas seriamente, no conducen a la alegría sino a la tristeza. El joven escritor se sirve de algunos ejemplos para ilustrar esto: la muerte de un ser querido –si no se es “un canalla”- impacta mucho más que cualquier alegría vivida simultáneamente; el ejemplo de Solón –un sabio- sirve para mostrar la falacia de considerar a la tristeza como un problema que resolver y no como una tragedia que debe vivirse y llorarse. El ejemplo puede considerarse una cita de autoridad, ya que Solón forma parte de un grupo de filósofos, políticos y pensadores llamado por los historiadores “los Siete Sabios de Grecia” (abarcan los siglos VII y VI a.C.)

La tercera y última parte abarca el punto 14: allí el “joven escritor” que hasta el momento parecía solo en su postura –o a lo sumo, acompañado quizás del lector- introduce un elemento nuevo, los amigos, y contra la creencia vulgar respecto de que la conciencia de la muerte haría de él y de ellos personas amargadas, plantea una cierta paradoja: dicha conciencia no les impide divertirse, es más, pueden hacerlo muy intensamente (el campo semántico de la diversión incluye el baile, el canto, el amor, el sexo, etc.); sólo que dicha diversión no implica haberse olvidado cuál es la tragedia esencial de la vida. Aquí aparece de nuevo cierta complicidad, esta vez entre el joven escritor y sus amigos, en quienes necesita ver ese “gesto noble”, “sombrío y fraternal” que salva porque recuerda que, aun en la conciencia de la muerte, se elige la lucidez en vez de la evasión, la verdad en vez del engaño, y en esa lucidez, uno puede estar acompañado por otros que tampoco se dejan engatusar por las diversas invitaciones al olvido de lo esencial. Podemos pensar que con sus palabras al lector también esté buscando incorporarlo a este universo de amigos, de aquellos con los que se comparte la lucidez respecto de lo importante. Previsiblemente, las instrucciones encargadas por la agencia de publicidad fueron rechazadas, ya que la publicidad se dirige a la satisfacción y a la generación de necesidades muy lejanas del único asunto por el que vale la pena preocuparse seriamente: la muerte.

En definitiva, en el texto se unen dos dimensiones aparentemente desconectadas, la publicidad y la reflexión metafísica y se propone una mirada no convencional sobre la tristeza, así como una crítica a ciertas alegrías. En dicha unión, se alteran los valores socialmente aceptados respecto de la tristeza y de la alegría, porque, como se fue viendo en el análisis, cierta alegría sería hija de la estupidez, de la superficialidad y de la insensibilidad. Para decirlo de modo más contundente, el alegre sería estúpido, superficial e insensible. El reverso de esta moneda es cierta tristeza como fruto inevitable de la inteligencia, de la profundidad vital, de la sensibilidad. Y el triste sería inteligente, profundo y sensible. (pueden pensar ustedes alguna pregunta que cierre y a la vez, abra el texto hacia nuevas perspectivas, cuestiones que podrían pensarse a partir de esto, etc. Las conclusiones son mejores si no se limitan a realizar una síntesis de lo ya expuesto, sino que plantean una apertura para seguir pensando, para dejar interrogantes, etc.)

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BASE DE DATOS: VERBOS PARA USAR EN LOS ANÁLISIS:

Una cuestión esencial en el análisis es tener en cuenta que, al analizar, intentamos ver qué hace el emisor con su texto. Y este "qué hace" tiene que ver con determinadas acciones que, como verán, pueden cumplirse a través de las palabras (como elogiar o insultar) . Acá tienen una lista de verbos que ayudan a salir de la paráfrasis -repetir de otro modo lo que ya está dicho, volver a contar el texto, etc.- y entrar en un análisis:

- el autor plantea/ propone / manifiesta/sugiere/ insinúa/ refuta / critica / se opone / señala/ relaciona / desmiente / niega / concede / añade / matiza / acerca posiciones/concilia/ elude/ se acerca /se aleja/ se diferencia / compara /remarca/ ironiza/ se burla de /ridiculiza/ cuestiona / acusa / reivindica /defiende/ exagera (respecto de …)/ aprecia/ valora / exalta / acentúa / dignifica / desprecia /degrada / insulta / animaliza/ defiende / reivindica / ataca / suaviza, llama la atención (sobre/respecto de)/ deja de lado /oculta / simpatiza con / se alía / toma partido por / se escandaliza /urge (a alguien a hacer algo)...

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