22.2.09

LA LITERATURA DE IDEAS EN AMÉRICA LATINA- 3

LA LITERATURA DE IDEAS EN AMÉRICA LATINA- 3



Breve ejemplo de análisis de un texto en el que aparecen ordenados los puntos por los que se fue pasando oralmente en un primer análisis:
Sobre "El arte de pelear", de José Martí (los elementos en rojo son aquellos que articulan las ideas, que "aceitan" el texto retomando lo anterior o introduciendo un nuevo tema)

"En primer lugar, ubiquemos el tipo de texto del que se trata: es un artículo periodístico, publicado originariamente en un diario portavoz del Partido Revolucionario Cubano, ambos fundados por Martí. Este, como emisor del texto, está legitimado en su calidad de escritor combatiente, para escribir acerca del "arte" de pelear. En cuanto a los destinatarios, importa destacar una diferencia: los receptores originalmente pensados por Martí (potenciales revolucionarios cubanos de fines del XIX) y los receptores que el texto encuentra actualmente (estudiantes, por ejemplo, ya que el texto se encuentra en una antología publicada por una editorial especializada en libros escolares; historiadores; público interesado en la obra de Martí; quizás militantes de corrientes radicales que se den por aludidos en el llamado de Martí a pelear...). En el contexto histórico en que escribe Martí, está sobreentendido el porqué de la lucha: la liberación de Cuba del dominio extranjero; en nuestro contexto histórico, esta precisión no se puede dar por conocida.
Este artículo presenta ya desde el título una visión positiva de la pelea: es un "arte"; pensemos que en nuestra cultura, "arte" se asocia con las artes clásicas, con lo bello, lo estéticamente placentero. La guerra formaría parte de las artes, por lo tanto, tendría sus reglas para ser exitosa, e igualmente, sus obstáculos. Tomando entonces la guerra como un arte, Martí organiza su exposición en dos partes claramente definidas por dos párrafos: el primero está dedicado a la versión del título en positivo, es decir, a lo que hace que se pueda pelear bien, y el segundo, a la versión del título en negativo, o sea, a lo que puede hacer fracasar el combate. Que Martí, al menos en el contexto de este artículo, hace una valoración positiva de la guerra, queda explícito, además de por el título, por la asociación al "arte de pelear" de campos semánticos vinculados a la unidad, a la gloria, al corazón, a la virtud. Todo el texto transmite una sensación de urgencia, de inminencia, y cumplir con dicha urgencia es parte primordial del éxito del "buen pelear".
Si la guerra es un arte, decíamos, queda asociada a connotaciones positivas; si la guerra es un arte, puede aprenderse, debe tener reglas, técnicas, etc.: de este modo puede comprenderse que la estructura sintáctica del texto se apoye en formas impersonales de los verbos ("se pelea", "se pierde"): así, quedan enunciadas de forma atemporal y ahistórica las reglas de un arte que evidentemente, Martí considera válido no sólo para su tiempo y su patria, sino más allá de ellos. Estas formas impersonales aparecen a su vez enmarcadas dentro de paralelismos que se dan en los dos párrafos: en general, con la estructura "verbo impersonal + subordinada adverbial". Los paralelismos se encuentran tanto en oraciones extensas como breves, cuya alternancia le da a la prosa un ritmo irregular que puede compararse con la expectativa y la agitación previas a un combate.
A modo de conclusión, queda claro por lo analizado anteriormente que Martí valora positivamente la pelea, pero es importante situarlo en su contexto histórico: la lucha contra el sometimiento de Cuba a España, lo cual nos pone frente a algunas preguntas interesantes para otras situaciones históricas : ¿hasta dónde es lícito reclamar de los oprimidos que peleen por sus derechos con herramientas legales?; ¿pueden juzgarse moralmente del mismo modo la pelea -y entonces la violencia- del opresor y la del oprimido?; ¿por qué a muchos de nosotros nos resulta chocante la imagen de la guerra como un arte? Quizás parte de la respuesta haya que buscarla en ser lo suficientemente creativos y valientes como para inventar y cumplir entre todos algunas reglas de un arte tal vez más complejo que el de la guerra: el arte de la paz.

1 comentario:

tomets dijo...

El otro día fui con mi hermano Federico y con mi mama y con mi papá para comprar una cosa en el supermercado, y habían un montón de cosas ahí. Yo me perdí. Y un señor redondo me habló y me dijo "hola, nene cómo estás?" y me llevó a un lugar. Tenía una voz muy fuerte por que se escuchó en todo el supermercado. Pero después mi mama me explico q era por que hablaba con micrófono. Que es como un helado de metal. Y después nos fuimos y llegamos a casa. Y estaban mis amigos más amigos por que a Enrique no lo invité porque el otro día no me prestó el camión que me gusta a mí. Y mi mama después me dio un regalo y me dijo "Feliz cumple", por que era mi cumple y porque mi mama me dio un regalo.